Pérdida de pelo en otoño, causas y remedios para evitarlo
Hoy hablamos deCaída del pelo
INTRODUCCIÓN
¿Se te cae el pelo en otoño? descubre las causas y los remedios para evitarlo
El otoño es una estación que trae consigo muchos cambios: las hojas de los árboles se tornan de colores ocres, las temperaturas bajan, los días se acortan… Pero también es una época en la que muchas personas notan que se les cae más el pelo. ¿Es normal? ¿A qué se debe? ¿Se puede prevenir? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la caída del cabello en otoño y te damos algunos consejos para cuidar tu melena y mantenerla sana y fuerte.
La caída del cabello en otoño es una situación temporal y común que afecta tanto a mujeres como hombres y que se intensifica en esta estación del año, ya que es ahora cuando se produce una renovación del cabello a causa del proceso natural de crecimiento del pelo.
El pelo tiene su propio ciclo vital, que se compone de tres fases: la fase anágena, en la que el pelo crece durante unos tres años; la fase catágena, en la que el pelo deja de crecer y se prepara para caer durante unas dos semanas; y la fase telógena, en la que el pelo se desprende y da paso a uno nuevo. En condiciones normales, alrededor del 90% de nuestro cabello está en fase anágena y el 10% restante en fase telógena. Esto significa que es normal perder entre 50 y 150 cabellos al día.
Sin embargo, cuando llega el otoño, se produce un fenómeno llamado efluvio telógeno, que consiste en una sincronización de muchos folículos que entran en fase de caída al mismo tiempo. Esto puede deberse a varios factores, como los cambios ambientales y climáticos (variaciones de temperatura, horas de luz, humedad…), el estrés, las dietas desequilibradas, las enfermedades o los tratamientos médicos. El resultado es una pérdida de cabello más evidente y abundante, que puede llegar a duplicarse.
La caída estacional del cabello suele ser un proceso reversible y transitorio, que dura entre dos y cuatro meses. No obstante, hay algunas señales que pueden indicar que la caída es excesiva o anormal y que requiere una consulta con un dermatólogo experto en tricología (la ciencia que estudia el pelo y el cuero cabelludo). Algunas de estas señales son:
- Encontrar más de 200 cabellos al día en el cepillo, la almohada, la ducha o la ropa.
- Notar una disminución de la densidad o el volumen del cabello.
- Observar zonas con menos pelo o calvas en el cuero cabelludo.
- Tener un pelo débil, fino, frágil o sin brillo.
- Sufrir picores, irritación, inflamación o dolor en el cuero cabelludo.
Estos síntomas pueden deberse a diferentes tipos de alopecia, como la androgenética (la más frecuente, causada por factores genéticos y hormonales), la areata (caracterizada por la aparición de parches redondos sin pelo), la cicatricial (en la que el folículo piloso se destruye por una inflamación crónica) o la difusa (en la que el cabello se adelgaza de forma generalizada). Cada tipo de alopecia tiene sus propias causas, características y tratamientos, por lo que es importante acudir a un especialista para obtener un diagnóstico adecuado.
Aunque no podemos evitar por completo la caída estacional del cabello, sí que podemos tomar algunas medidas para cuidar nuestra melena y minimizar su impacto. Estos son algunos consejos que te pueden ayudar:
- Evita el estrés , que es uno de los principales enemigos del cabello. El estrés puede provocar una alteración hormonal que afecta al ciclo capilar y favorece la caída del pelo. Además, el estrés puede hacer que nos toquemos o nos arranquemos el cabello de forma compulsiva, lo que se conoce como tricotilomanía. Para combatir el estrés, puedes practicar técnicas de relajación, hacer ejercicio físico, dormir bien y buscar apoyo psicológico si lo necesitas.
- Elige productos adecuados a tu tipo de cabello y cuero cabelludo , y evita los que contengan alcohol, sulfatos y parabenos, que pueden resecar o irritar la piel. Usa un champú suave y nutritivo, y aplícalo con un masaje suave para estimular la circulación sanguínea. Acondiciona el cabello después del lavado para hidratarlo y desenredarlo con facilidad. Usa una mascarilla una vez a la semana para nutrir el cabello en profundidad.
- Protege tu cabello de las agresiones externas , como el sol, el viento, el cloro, la sal o la contaminación. Estos factores pueden dañar la fibra capilar y hacerla más vulnerable a la caída. Para proteger tu cabello, puedes usar sombreros, gorras o pañuelos, aplicar productos con filtro solar y aclarar el cabello con agua dulce después de bañarte en el mar o la piscina.
- Evita los peinados tirantes o las extensiones, que pueden ejercer una tracción excesiva sobre el cuero cabelludo y provocar una alopecia por tracción. Opta por peinados sueltos o recogidos con gomas blandas o pinzas que no dañen el cabello. También evita el uso frecuente de secadores, planchas o tenacillas, que pueden quemar o debilitar el cabello por el calor.
- Consulta con tu médico si estás tomando algún medicamento que pueda influir en la caída del cabello , como los anticoagulantes, los antidepresivos, los anticonceptivos o los antiinflamatorios. Algunos fármacos pueden tener como efecto secundario una alteración del ciclo capilar o una disminución del riego sanguíneo al cuero cabelludo. En estos casos, tu médico podrá valorar si es conveniente cambiar o ajustar la dosis del medicamento.
- Recurre a tratamientos específicos para la caída del cabello , siempre bajo supervisión médica. Existen diferentes opciones, como los suplementos nutricionales (que aportan vitaminas, minerales y aminoácidos al cabello), los productos tópicos (como lociones, ampollas o champús que estimulan el crecimiento del pelo), los medicamentos orales (como el finasteride o la dutasterida, que bloquean la acción de las hormonas responsables de la alopecia androgenética) o las técnicas quirúrgicas (como el trasplante capilar o la microinjerto de unidades foliculares).
La caída del cabello en otoño es un fenómeno natural y pasajero que no debe alarmarnos si se produce dentro de unos límites normales. Sin embargo, si notamos una pérdida excesiva o prolongada de cabello, debemos consultar con un dermatólogo para descartar otras causas más graves. Para cuidar nuestra melena y prevenir la caída estacional del cabello, es importante llevar una dieta sana y equilibrada, evitar el estrés y los hábitos nocivos para el pelo, elegir productos adecuados a nuestro tipo de cabello y cuero cabelludo y recurrir a tratamientos específicos si es necesario.
¿Qué alimentos ayudan a prevenir la pérdida de pelo?
Algunos de los alimentos que ayudan a prevenir la pérdida de pelo son los que contienen proteínas de alta calidad, como el pescado, el huevo, la carne magra, el queso o el yogur; los que aportan ácidos grasos esenciales, como los frutos secos, las semillas, el aguacate o el aceite de oliva; los que son ricos en hierro, como las legumbres, los vegetales de hoja verde, los frutos rojos o el hígado; los que contienen zinc, como las ostras, el marisco, las carnes rojas o los cereales integrales; y los que tienen biotina, como las nueces, las almendras, las zanahorias o las espinacas.
¿Qué hábitos son malos para el pelo?
Algunos de los hábitos que son malos para el pelo son fumar, beber alcohol en exceso, consumir cafeína o azúcar en exceso, lavar el cabello con agua muy caliente o muy fría, cepillar el cabello cuando está mojado o con un cepillo inadecuado, usar productos químicos agresivos como tintes, decolorantes o permanentes, abusar del uso de secadores, planchas o tenacillas y someterse a dietas restrictivas o desequilibradas.
¿Qué remedios naturales existen para la caída del cabello?
Algunos de los remedios naturales que existen para la caída del cabello son el aceite de coco, que hidrata y nutre el cabello y el cuero cabelludo; el aloe vera, que tiene propiedades regeneradoras, antiinflamatorias y antibacterianas; el vinagre de manzana, que equilibra el pH del cuero cabelludo y elimina las impurezas; el romero, que estimula la circulación sanguínea y fortalece el cabello; y la cebolla, que contiene azufre, un mineral que favorece la producción de queratina. Estos remedios se pueden aplicar directamente sobre el cuero cabelludo o mezclados con otros ingredientes naturales como la miel, el limón o el huevo.
¿Qué vitaminas son buenas para el pelo? “Algunas de las vitaminas que son beneficiosas para el pelo son la vitamina A, que favorece la producción de sebo y la hidratación del cuero cabelludo; la vitamina B, que mejora la circulación sanguínea y el transporte de oxígeno y nutrientes al folículo piloso; la vitamina C, que tiene un efecto antioxidante y estimula la síntesis de colágeno; la vitamina D, que interviene en el crecimiento y la diferenciación celular; y la vitamina E, que protege el cabello de los radicales libres y previene el envejecimiento prematuro.”
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