La rigidez metabólica es lo contrario de la flexibilidad metabólica. Es la dificultad que tiene el organismo para adaptarse a las distintas fuentes de energía disponibles, ya sean carbohidratos o grasas. Una persona con rigidez metabólica depende principalmente de la glucosa como fuente de energía, y tiene problemas para quemar grasa cuando hay poca disponibilidad de carbohidratos. Esto le hace más propenso a acumular grasa corporal, desarrollar resistencia a la insulina, diabetes, obesidad y otras patologías asociadas al metabolismo de la glucosa. Además, sufre más bajones de energía, hambre y antojos.

La rigidez metabólica puede estar causada por varios factores, como una dieta muy alta en carbohidratos refinados y azúcares, un aumento excesivo del ejercicio físico, un estrés crónico, una falta de sueño o una frecuencia demasiado alta de las comidas. Todos estos hábitos alteran el equilibrio hormonal y dificultan la quema de grasa.

Para mejorar la rigidez metabólica, se recomienda seguir algunas pautas generales, como comer alimentos naturales y minimamente procesados, ajustar la cantidad y el tipo de carbohidratos y grasas que se consumen según la actividad física y los objetivos, respetar los horarios y la frecuencia de las comidas, practicar ejercicio físico variado, gestionar el estrés y dormir lo suficiente.

 Espero que te haya servido esta información. 😊