Dominando la Colitis Ulcerosa: Una Guía Integral para la Comprensión y el Manejo

Dominando la Colitis Ulcerosa: Una Guía Integral para la Comprensión y el Manejo

Hoy hablamos deCOLITIS ULCEROSA

Autor
yo

Manuel Castro

Nutrición y Dietética Profesional

Divulgador de pautas basadas en la OMS y en la evidencia científica

¿Qué entendemos por colitis ulcerosa?

     La colitis ulcerosa es una enfermedad crónica que causa inflamación y úlceras en el recubrimiento interno del colon y el recto. Se trata de una de las formas más comunes de enfermedad inflamatoria intestinal, junto con la enfermedad de Crohn. Los síntomas de la colitis ulcerosa pueden variar según la gravedad y la extensión de la inflamación, pero suelen incluir diarrea con sangre o pus, dolor y calambres abdominales, urgencia para defecar, pérdida de peso, fatiga y fiebre. La colitis ulcerosa puede afectar la calidad de vida de las personas que la padecen, ya que puede interferir con sus actividades diarias, su estado de ánimo y su autoestima. Además, puede aumentar el riesgo de complicaciones graves, como el cáncer de colon, el megacolon tóxico o la perforación intestinal.

La causa exacta de la colitis ulcerosa se desconoce, pero se cree que está relacionada con una alteración del sistema inmunitario, que reacciona de forma exagerada contra las bacterias y los alimentos presentes en el intestino. También se han identificado algunos factores genéticos, ambientales y psicológicos que pueden influir en el desarrollo y el curso de la enfermedad. No existe una cura definitiva para la colitis ulcerosa, pero hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas, reducir la inflamación y prevenir las recaídas. Estos tratamientos incluyen medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores y biológicos, así como cirugía en los casos más severos o refractarios.

En este artículo, te explicaremos cómo puedes distinguir la colitis ulcerosa de otras patologías similares, cómo puedes mejorar tu calidad de vida si sufres esta enfermedad y cómo debes alimentarte para evitar las complicaciones y favorecer tu bienestar. También te daremos algunos consejos prácticos para afrontar los retos que supone vivir con colitis ulcerosa y responderemos a algunas preguntas frecuentes que pueden surgirte al respecto.

¿Cómo distinguir la colitis ulcerosa de otras patologías?

La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal que se caracteriza por afectar unicamente al colon y al recto, desde el ano hasta una parte variable del intestino grueso. La inflamación suele ser continua y uniforme, sin zonas sanas intercaladas. Las úlceras que se forman en la mucosa intestinal pueden sangrar y producir pus o moco. Los síntomas más habituales son la diarrea con sangre o pus, el dolor y los calambres abdominales, la urgencia para defecar y la sensación de evacuación incompleta.

Otras patologías que pueden causar síntomas similares a los de la colitis ulcerosa son:

  • La enfermedad de Crohn: es otra forma de enfermedad inflamatoria intestinal que puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano. La inflamación suele ser segmentaria y discontinua, con zonas sanas entre las afectadas. Las úlceras que se forman en la pared intestinal pueden ser profundas y atravesar todas las capas del órgano. Los síntomas más frecuentes son el dolor abdominal, la diarrea (a veces con sangre), la pérdida de peso, la fiebre y las fístulas o abscesos anales.
  • La colitis infecciosa: es una inflamación del colon causada por bacterias, virus o parásitos que se transmiten por alimentos o agua contaminados o por contacto directo con personas o animales infectados. Los síntomas más comunes son la diarrea (a veces con sangre o moco), el dolor abdominal, las náuseas, los vómitos, la fiebre y los escalofríos.
  • La colitis isquémica: es una inflamación del colon causada por una disminución del flujo sanguíneo al órgano, debido a una obstrucción o un estrechamiento de las arterias que lo irrigan. Suele afectar a personas mayores con enfermedades cardiovasculares o diabetes. Los síntomas más habituales son el dolor abdominal, la diarrea (a veces con sangre), la fiebre y el malestar general.
  • La colitis microscópica: es una inflamación del colon que solo se puede detectar mediante un examen microscópico de una biopsia de la mucosa intestinal. Se desconoce su causa, pero se asocia a algunos medicamentos, enfermedades autoinmunes y celiaquía. Los síntomas más típicos son la diarrea crónica y acuosa, el dolor abdominal y la pérdida de peso.

Para distinguir la colitis ulcerosa de estas y otras patologías, es necesario realizar una serie de pruebas diagnósticas, como análisis de sangre y de heces, colonoscopia con biopsia, radiografías, tomografía computarizada o resonancia magnética. Estas pruebas permiten evaluar el grado y la extensión de la inflamación, identificar las posibles causas infecciosas o isquémicas, descartar complicaciones como el cáncer o el megacolon y establecer el tratamiento más adecuado para cada caso.

¿Cómo mejorar la calidad de vida de las personas con colitis ulcerosa?
La colitis ulcerosa es una enfermedad crónica que puede afectar la calidad de vida de las personas que la padecen, tanto física como emocionalmente. Los síntomas pueden ser molestos e incapacitantes, limitando las actividades cotidianas, laborales y sociales.
Dietista Manuel Castro

      Además, la enfermedad puede generar estrés, ansiedad, depresión, baja autoestima y aislamiento. Por eso, es importante adoptar una serie de medidas que ayuden a mejorar el bienestar y el afrontamiento de la enfermedad. Algunas de estas medidas son:

  • Seguir el tratamiento médico prescrito: es fundamental tomar los medicamentos indicados por el médico para controlar los síntomas, reducir la inflamación y prevenir las recaídas. El tratamiento puede variar según la gravedad y la evolución de la enfermedad, pero suele incluir antiinflamatorios (como mesalazina o corticoides), inmunosupresores (como azatioprina o metotrexato) y biológicos (como infliximab o adalimumab). En algunos casos, puede ser necesario recurrir a la cirugía para extirpar parte o todo el colon afectado.
  • Cuidar la alimentación: no existe una dieta específica para la colitis ulcerosa, pero se recomienda seguir una alimentación equilibrada y variada que aporte los nutrientes necesarios para mantener un buen estado nutricional. Algunos consejos generales son: comer varias veces al día en pequeñas cantidades; masticar bien los alimentos; evitar las comidas copiosas, grasas o picantes; beber suficiente agua; limitar el consumo de alcohol, café y bebidas gaseosas; y suplementar con vitaminas y minerales si hay déficits. Además, se aconseja identificar y evitar los alimentos que puedan empeorar los síntomas, como los lácteos, los cereales integrales, las legumbres, las verduras crudas o las frutas con piel o semillas.
  • Hacer ejercicio físico: practicar actividad física moderada y adaptada a las condiciones de cada persona puede tener beneficios para la salud física y mental. El ejercicio ayuda a mejorar el tránsito intestinal, a prevenir el estreñimiento, a fortalecer los músculos abdominales, a mantener un peso saludable, a liberar endorfinas que mejoran el ánimo y a reducir el estrés. Algunos ejemplos de ejercicios adecuados son caminar, nadar, andar en bicicleta o hacer yoga o pilates.
  • Apoyarse en el entorno: contar con el apoyo de la familia, los amigos, los compañeros de trabajo o los profesionales sanitarios puede facilitar el manejo de la enfermedad y mejorar la autoestima y la confianza. Es importante expresar las emociones y las necesidades que se tienen, así como pedir ayuda cuando se requiera. También puede ser útil participar en grupos de apoyo o asociaciones de pacientes donde se pueda compartir experiencias.
¿Cómo alimentarse si se sufre de colitis ulcerosa?

    La alimentación es un aspecto clave para el manejo de la colitis ulcerosa, ya que puede influir en la aparición y la intensidad de los síntomas, así como en el estado nutricional y la salud general de las personas con esta enfermedad. No hay una dieta única y válida para todos los casos, sino que cada persona debe adaptar su alimentación a sus necesidades, preferencias y tolerancias individuales. Sin embargo, hay algunas pautas generales que pueden servir de orientación:

  • Evitar los alimentos que puedan irritar o inflamar el intestino, como los lácteos (si se tiene intolerancia a la lactosa), los cereales integrales, las legumbres, las verduras crudas o con mucha fibra, las frutas con piel o semillas, los frutos secos, las especias, el picante, el alcohol, el café y las bebidas gaseosas.
  • Preferir los alimentos que sean fáciles de digerir y que aporten energía y nutrientes, como los cereales refinados, el pan blanco, el arroz blanco, la pasta, las patatas, las verduras cocidas o en puré, las frutas peladas o en compota, la carne magra, el pescado blanco, los huevos, el queso fresco y los yogures naturales.
  • Hidratarse adecuadamente, bebiendo al menos 2 litros de agua al día o más si se tiene diarrea. También se pueden tomar infusiones suaves, caldos o zumos naturales sin pulpa.
  • Comer varias veces al día en pequeñas cantidades, masticando bien los alimentos y evitando las comidas copiosas o muy grasas.
  • Suplementar la dieta con vitaminas y minerales si se detectan déficits por malabsorción o por el uso de medicamentos. Los suplementos más habituales son el hierro, el ácido fólico, el calcio, la vitamina D y el zinc.
  • Consultar con un nutricionista o un médico especializado para recibir un asesoramiento personalizado y adaptado a cada caso.
¿Qué consejos prácticos se pueden seguir para vivir mejor con colitis ulcerosa?

    Además de seguir el tratamiento médico y cuidar la alimentación, hay otras medidas que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con colitis ulcerosa. Algunos consejos prácticos son:

  • Llevar un registro de los síntomas, los alimentos consumidos y los medicamentos tomados para identificar posibles desencadenantes o factores que mejoren o empeoren la enfermedad.
  • Planificar las salidas y los viajes con antelación, localizando los baños disponibles y llevando ropa cómoda y de recambio por si se produce algún accidente.
  • Utilizar productos de higiene íntima adecuados para evitar irritaciones o infecciones en la zona anal. Se recomienda usar papel higiénico suave o toallitas húmedas sin alcohol ni perfume y aplicar cremas protectoras o calmantes después de cada deposición.
  • Informar al entorno cercano sobre la enfermedad y pedir comprensión y apoyo cuando se necesite. También se puede solicitar una adaptación laboral o académica si se requiere.
  • Buscar ayuda psicológica si se siente estrés, ansiedad, depresión o baja autoestima por causa de la enfermedad. Se puede recurrir a un profesional especializado o a un grupo de apoyo o asociación de pacientes donde se pueda compartir experiencias y recibir consejo.
  • Mantener una actitud positiva y optimista frente a la enfermedad, aceptando la situación sin culpabilizarse ni rendirse. Se puede buscar actividades que generen placer y satisfacción, como hobbies, aficiones o relaciones sociales.
Alimentación FOODMAP ¿La solución?

     La dieta FODMAP es un tipo de dieta que se basa en reducir o eliminar el consumo de ciertos carbohidratos fermentables que pueden causar molestias digestivas en algunas personas, especialmente en aquellas que padecen síndrome de intestino irritable o enfermedades inflamatorias intestinales, como la colitis ulcerosa. Estos carbohidratos son los fructanos, los oligosacáridos, los disacáridos, los monosacáridos y los polioles, que se encuentran en alimentos como el trigo, la cebolla, el ajo, la leche, la fructosa, el sorbitol y otros.

Es adecuada para algunas personas con colitis ulcerosa, ya que puede ayudar a disminuir los síntomas como la diarrea, el dolor abdominal, la hinchazón y los gases. Sin embargo, no se trata de una dieta curativa ni definitiva, sino de una herramienta temporal que debe realizarse bajo la supervisión de un médico o un nutricionista especializado.

La dieta FODMAP consta de varias fases: una fase de eliminación de los alimentos ricos en FODMAP durante unas semanas, una fase de reintroducción gradual de los alimentos para identificar los que causan intolerancia y una fase de personalización de la dieta según la tolerancia individual.

No es una dieta fácil de seguir ni apta para todo el mundo. Tiene algunas limitaciones y riesgos, como la posible restricción de nutrientes esenciales, la alteración de la flora intestinal, la dificultad para comer fuera de casa o el impacto psicológico y social. Por eso, es importante consultar con un profesional antes de iniciarla y seguir sus indicaciones y recomendaciones. También es conveniente complementarla con otras medidas, de las que ya hemos hablado a lo largo de este artículo. 

Conclusión

      La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal que causa inflamación y úlceras en el colon y el recto. Los síntomas más comunes son la diarrea con sangre o pus, el dolor abdominal y la urgencia para defecar. La causa exacta de la enfermedad se desconoce, pero se cree que está relacionada con una alteración del sistema inmunitario. No hay una cura definitiva para la colitis ulcerosa, pero hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir las complicaciones. Además, se puede mejorar la calidad de vida siguiendo una serie de medidas, como cuidar la alimentación, hacer ejercicio físico, apoyarse en el entorno y buscar ayuda psicológica si se necesita.

Preguntas frecuentes
  • ¿Qué complicaciones puede tener la colitis ulcerosa? La colitis ulcerosa puede tener complicaciones tanto locales como sistémicas. Las complicaciones locales son las que afectan al intestino, como el sangrado, la anemia, el megacolon tóxico, la perforación intestinal o el cáncer de colon. Las complicaciones sistémicas son las que afectan a otros órganos o sistemas, como las articulares, las cutáneas, las oculares, las hepáticas o las renales.
  • ¿Qué alimentos se deben evitar si se tiene colitis ulcerosa? No hay una dieta específica para la colitis ulcerosa, pero se recomienda evitar los alimentos que puedan irritar o inflamar el intestino, como los lácteos (si se tiene intolerancia a la lactosa), los cereales integrales, las legumbres, las verduras crudas o con mucha fibra, las frutas con piel o semillas, los frutos secos, las especias, el picante, el alcohol, el café y las bebidas gaseosas. Estos alimentos pueden variar según la tolerancia individual de cada persona.
  • ¿Se puede curar la colitis ulcerosa? No hay una cura definitiva para la colitis ulcerosa, pero hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir las recaídas. Estos tratamientos incluyen medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores y biológicos, así como cirugía en los casos más severos o refractarios. La cirugía consiste en extirpar parte o todo el colon afectado y crear una bolsa interna o externa para recoger las heces. La cirugía puede eliminar los síntomas y las complicaciones de la enfermedad, pero también puede tener efectos secundarios como diarrea, incontinencia o infertilidad.
  • ¿Qué papel juega el estrés en la colitis ulcerosa? El estrés puede desencadenar brotes de la enfermedad y empeorar los síntomas. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación y el yoga, puede tener un impacto positivo en el manejo de la colitis ulcerosa.
  • ¿Es seguro hacer ejercicio si tengo colitis ulcerosa? Sí, el ejercicio moderado puede ser beneficioso. Consulta a tu médico antes de comenzar cualquier rutina y considera ejercicios de baja intensidad, como caminar o nadar.

¿Qué diferencia hay entre la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn?

“La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn son dos formas de enfermedad inflamatoria intestinal que comparten algunos síntomas y factores de riesgo, pero que se diferencian en el lugar y la forma de la inflamación. La colitis ulcerosa afecta solo al colon y al recto, mientras que la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del aparato digestivo. La inflamación de la colitis ulcerosa es continua y superficial, mientras que la de la enfermedad de Crohn es segmentaria y profunda.”
Manuel Castro
Divulgador de pautas basadas en la evidencia científica
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